Son muchas las recetas para cuya preparación es preciso montar claras de huevo a punto de nieve (el merengue es uno de los ejemplos más representativos) y algunas las personas que, al comprobar que deben poner en práctica esta técnica, se desaniman porque creen que resulta muy complicado.
Sin embargo, aunque es cierto que montar las claras requiere cierta destreza, se pueden obtener magníficos resultados siguiendo una serie de sencillos trucos como los que a continuación le mostramos:
# Uno de los mayores secretos para que las claras queden bien firmes y esponjosas consiste en batirlas con un pellizquito de sal.
# Se deberán batir en un recipiente en el que no quede ni un solo rastro de grasa. De lo contrario, no subirán correctamente.
# Son tan válidas las varillas manuales como las eléctricas, pero si se utilizan éstas últimas (tal vez más prácticas), bata primero las claras unos segundos con un tenedor hasta que estén esponjosas.
# Con las varillas se debe hacer un movimiento circular de abajo hacia arriba y no en horizontal para incorporar lo máximo de aire que se pueda. Es en ése momento cuando debe añadir el pellizquito de sal.
# Cuando tenga que añadir las claras montadas a una preparación, hágalo con la espátula y con un movimiento de abajo arriba y removiendo lo justo para que quede incorporado.
# En cuanto a los huevos, es mejor utilizar huevos que no sean recién puestos. Otro truco es separar las claras de las yemas el día anterior y guardarlas en un cuenco en la nevera cubierto con film transparente.
# Si las claras son para un postre, el azúcar se echará una vez se haya añadido el pellizquito de sal y hayan subido bastante. Tras el azúcar siga batiendo un poco más hasta que estén del todo firme.
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Hola, hola, muy interesante, esto de las claras, hay que practicarlo, saludos, bye.
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